El Láser Ginecológico aparece a mediados de la década del 2010 como dispositivo y posible tratamiento de enfermedades en el campo de la ginecología.
Los dispositivos láser pueden ser una herramienta de ayuda en mujeres con síndrome genitourinario y otros problemas que aparecen en la menopausia o incluso antes.
El láser ginecológico puede ser útil en patologías de la piel a nivel de la vulva, en problemas vaginales, así como en incontinencias leves de orina y problemas del suelo pélvico.
En el Instituto Dra. Gómez Roig disponemos de un láser CO2 de última generación, que junto a especialistas expertos en Ginecología Regenerativa pueden ofrecer ayuda a las mujeres con trastornos vulvo-vaginales y del suelo pélvico.
¿En qué patologías puede ayudar el láser ginecológico?
El láser ginecológico, o terapia con láser de dióxido de carbono – CO2, puede ayudar en el tratamiento de problemas vaginales que afectan negativamente en calidad de vida de las mujeres.
Estos problemas pueden ser: la atrofia vaginal, la sequedad, el prolapso leve de órganos pélvicos, inicios de incontinencia y dolor vaginal en las relaciones sexuales llamado dispareunia.
La evidencia científica existente apoya el uso de láseres vaginales para los síntomas de atrofia, sequedad y dolor asociados al síndrome genitourinario en mujeres con menopausia; sin embargo, se desconoce la duración del efecto y la eficacia a largo plazo.
Los estudios avalan los resultados inmediatos, pero debemos mencionar que se necesita más experiencia e investigación científica bien realizada para conocer las consecuencias o efectividad a largo plazo.
Actualmente también están apareciendo datos de su posible utilidad para otros problemas vaginales no necesariamente asociados a la menopausia, como puede ser: la disfunción sexual, el vaginismo, y el dolor pélvico.
También hemos de explicar que la evidencia disponible en referencia a estos casos precisa de mayor número de estudios.
Este tipo de terapia puede ser complementaria a otros tratamientos que se ofrecen a mujeres con los mismos problemas. Como puede ser la fisioterapia y la terapia hormonal sustitutiva o las hormonas bioidénticas.
¿Qué es el síndrome genitourinario?
El síndrome genitourinario ocurre durante la menopausia pudiendo afectar aproximadamente entre el 40 y el 80% de las mujeres. A pesar de ello, solo la mitad de ellas consultan sus síntomas al especialista.
Este síndrome se diagnostica ante la presencia de síntomas como: la irritación vaginal, disminución de la lubricación, sensación de quemazón o ardor, así como vaginismo: dolor con las relaciones sexuales o exploraciones ginecológicas vaginales.
En la exploración física podemos encontrar signos como: atrofia labial o del clítoris, sequedad vaginal, estrechamiento de la entrada vaginal, y una mucosa vaginal más débil que tras el roce sufre de pequeños sangrados.
Esta patología, que puede beneficiarse del uso del láser ginecológico, puede acompañarse de complicaciones derivadas de la misma como son: infecciones urinarias, hemorragias vaginales, y molestias en el tracto urinario inferior.
En el síndrome genitourinario también empeora la funcionalidad de las relaciones sexuales, afectando negativamente a la calidad de vida de las mujeres.
La mayoría de las mujeres, ante este problema, optan por utilizar geles o lubricantes disponibles en las farmacias. Un menor tanto por ciento, opta por el tratamiento hormonal tópico o sistémico con estrógenos.
Los estrógenos es una hormona prevalente en la edad fértil de las mujeres que asegura una elasticidad vaginal, pero que desaparece en la menopausia.
Otra opción terapéutica es el láser ginecológico vaginal.
La evidencia científica no ha podido demostrar mayores beneficios de una terapia respecto a la otra, en referencia el tratamiento estrogénico o al láser vaginal.
Sí son conocidos los beneficios de ambas terapias en comparación con la conducta expectante y el no realizar ningún tipo de tratamiento.
¿Cómo actúa el láser ginecológico en la incontinencia de orina?
El láser ginecológico de dióxido de carbono, CO2, es un tratamiento emergente para las mujeres con incontinencia urinaria de esfuerzo.
Esta incontinencia es un trastorno ginecológico que se manifiesta por pérdidas de orina durante el ejercicio, al reír, y al toser.
Algunas de las causas de esta incontinencia son: la obesidad, el parto vaginal, la genética, la edad avanzada, la cirugía pélvica, el embarazo y la diabetes.
Por otro lado, a medida que las personas envejecen, la estructura del suelo pélvico pierde calidad estructural y funcional favoreciendo la incontinencia de orina.
La fisioterapia, los cambios dietéticos, y el uso de pesarios o elementos de sujeción, son ejemplos de las opciones de tratamiento no quirúrgico actuales.
Estos tratamientos sólo alivian temporalmente los síntomas y son ineficaces para las mujeres que presentan síntomas más graves.
Cuando los tratamientos no son eficaces se recomienda la intervención quirúrgica, en particular los cabestrillos suburetrales sin tensión, que se asocian a unas tasas de éxito del 80-95%.
El láser ginecológico ofrece una alternativa menos invasiva para las personas con incontinencia urinaria de esfuerzo leve que prefieren evitar un abordaje quirúrgico más invasivo, o no son candidatas para la cirugía debido a la presencia de contraindicaciones.
Mecánicamente, este procedimiento implica estimular la producción de colágeno y tensar los tejidos que rodean la uretra. Lo que puede ayudar a mejorar el control de la vejiga y reducir las pérdidas de orina.
Vale la pena mencionar que, en estos inicios y para obtener conclusiones sólidas, los estudios futuros deben estar bien diseñados, con entornos estandarizados, protocolos terapéuticos coherentes y periodos de seguimiento a largo plazo.
¿Cómo actúa el láser ginecológico?
El láser ginecológico actúa mediante un dispositivo basado en la energía, muy utilizado en ginecología regenerativa. Su efecto se basa en el calor, produciendo un daño térmico controlado y que activa diferentes mecanismos de bioestimulación.
Este hecho implica un aumento de la vascularización, así como producción de colágeno y ácido hialurónico.
Todo ello mejora la elasticidad, el tono y la hidratación de los tejidos en los que se aplica.
Para realizar el tratamiento se pueden utilizar dos tipos de manípulos:
- Uno, es el manípulo que se introduce en el canal vaginal a través del cual el láser se emite de forma fraccionada en 360º y llega en profundidad a la mucosa vaginal para producir el efecto de bioestimulación.
- El tratamiento se puede combinar con otro manípulo que nos servirá para aplicar el láser en la vulva, sobre todo en el vestíbulo donde se presenta más dolor a la penetración.
El láser ginecológico también dispone de otro manípulo con un puntal quirúrgico que nos será muy útil para eliminar de forma precisa y sencilla verrugas o pequeñas lesiones localizadas en los genitales.
Por todo ello, este tratamiento está indicado tanto en las sequedad o atrofia vaginal por el efecto de regeneración e hidratación del tejido, y también en los casos de hiperlaxitud vaginal e incontinencia urinaria por el efecto de tensado del tejido conectivo vaginal.
Además, se puede utilizar para eliminar pequeñas lesiones vulvares de forma rápida y sencilla, todo ello en la misma consulta y con muy buena tolerancia al procedimiento.
¿Es seguro el láser ginecológico?
Cuando se utiliza adecuadamente, el láser ginecológico es seguro, con una baja prevalencia de lesiones.
Es importante señalar que las consideraciones de riesgo-beneficio no son las mismas para las pacientes que se someten a terapia láser por cosmética o rejuvenecimiento que para las pacientes con afecciones que afectan significativamente a la calidad de vida, como la atrofia, la sequedad y el dolor.
A pesar de que se necesitan más investigaciones para determinar la duración y la magnitud del efecto, podemos afirmar que se trata de una opción terapéutica segura y con capacidad de solventar problemas que en ocasiones empeoran la calidad de vida de las mujeres.
Si presentas molestias vulvares o vaginales, si la sequedad genital te preocupa, o empiezas con problemas de suelo pélvico no dudes en consultar a nuestra Unidad de Ginecología Regenetrativa. Seguro que te podemos ayudar.
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Jefa de Servicio de Obstetricia y Ginecología en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. Profesora Agregada de Obstetricia y Ginecología y Coordinadora del Sexto Curso de Medicina en la Universidad de Barcelona, UB. Directora del Instituto Dra. Gómez Roig y Coordinadora de Procesos Obstétricos y Ginecológicos de la Clínica Corachan en Barcelona.