Según la Organización Mundial de la Salud, la OMS, unos 16 millones de adolescentes de 15 a 19 años paren cada año.
Según la ONG Save The Children, cada año nacen 13 millones de niños y niñas de mujeres menores de 20 años: un 90 % en los países en vías de desarrollo y un 10 % en los países desarrollados.
El Instituto Nacional de Estadística de nuestro país refleja la tasa de fecundidad en adolescentes de por cada 1.000 mujeres de ese grupo de edad en el año 2021. Esa tasa es de 1,04 en niñas de 15 años o menos; 2,02 a los 16; 3,75 a los 17 años; 6,43 a los 18 y que aumenta a 10,32 a los 19 años.
Un embarazo en la adolescencia se relaciona con algunos riesgos y complicaciones, por lo que debe realizar un control gestacional riguroso para mejorar los resultados de la mamá y su bebé.
Causas del embarazo en la adolescencia
Las principales causas del embarazo en la adolescencia están relacionadas con el nivel cultural y socioeconómico.
Parte de los factores de riesgo se atribuyen a relaciones sexuales sin el uso de métodos anticonceptivos, matrimonios con adolescentes y el papel tradicional de la mujer en algunas sociedades.
En los países desarrollados, el avance en la media de edad a partir de la que se empiezan a tener relaciones sexuales es también una de las causas principales.
Algunos otros indicadores de riesgo son: un desarrollo sexual temprano; carencias en el núcleo familiar; padres adolescentes; o abusos sexuales.
Complicaciones del embarazo
La adolescente es más propensa a sufrir complicaciones del embarazo, siendo más frecuentes cuanto más joven sea la gestante.
Debido a que estas mujeres siguen en crecimiento durante el embarazo, puede haber competencia por los nutrientes entre la madre y el feto. Por ese motivo, las principales complicaciones se deben al déficit nutricional, a la dieta, así como a la ausencia de un desarrollo completo.
La anemia es una de las complicaciones más frecuentes que se asocia sobre todo los déficits nutricionales. Esta suele ser principalmente por el déficit de hierro.
Además, se suelen acentuar las complicaciones asociadas a iniciar de forma tardía los controles prenatales por presión social y de cara a ocultar el embarazo.
Durante el embarazo, y debido a la edad de estas pacientes, las infecciones de orina y otras también son frecuentes.
El hecho de un peor control del embarazo implica que no se traten precozmente y en consecuencia aumente el riesgo de corioamnionitis, ruptura prematura de membranas, parto pretérmino y endometritis postparto.
Otra complicación del embarazo es la hipertensión arterial que puede comportar mayor riesgo de preeclampsia.
También debemos mencionar que el 30% de embarazos adolescentes terminan en aborto.
Y que la tasa de interrupción voluntaria del embarazo en adolescentes es mayor que la de la población general: 12,74 por mil adolescentes frente a 11,41 por mil mujeres.
Además, un 20% vuelven a quedarse embarazadas antes de haber concluido la adolescencia debido a que persisten los mismos factores de riesgo.
Complicaciones durante el parto
Un embarazo en la adolescencia también comporta complicaciones durante el parto.
El Parto pretérmino, antes de la semana 37, es la complicación que implica mayores consecuencias de cara al desarrollo del recién nacido. Un parto pretérmino se ha relacionado por mayor riesgo de preeclampsia, desprendimiento de placenta, placenta previa y restricción de crecimiento fetal en esta población.
Este riesgo aumenta cuando a su vez la gestante presenta malnutrición, hipertensión y mal cuidado prenatal.
Debido a la falta de madurez tanto física como hormonal, también hay una mayor incidencia de parto instrumentado y desgarros perineales.
Se considera que la madurez reproductiva es completa cuando han pasado 5 años desde la primera regla.
Por ese motivo si las estructuras óseas y pélvicas no están completamente formadas la probabilidad de que se tenga que realizar un parto instrumentado y probablemente una cesárea aumenta.
Complicaciones perinatales
Las complicaciones perinatales pueden comprometer la salud de la madre y del recién nacido.
Se ha visto diferencias respecto al menor peso del bebé, el grado de desnutrición fetal y alguna lesión obstétrica al nacer.
Cuanto más joven sea la madre mayor riesgo puede existir para el bebé.
También existe algo de mayor riesgo de mortalidad materna y fetal.
Sobre todo si el embarazo en la adolescencia ocurre antes de los 15 años respecto a las mayores de 20 años, ya que presentan una mayor incidencia de complicaciones hemorrágicas y sépticas.
Por lo que respecta a la mortalidad fetal es importante considerar los traumatismos al nacer ya que debido al desarrollo incompleto de la pelvis materna pueden aparecer problemas en el parto por vía vaginal.
Además, las gestantes menores de 20 años también presentan con mayor frecuencia desgarro perineal, endometritis y mastitis.
Impacto posterior del embarazo en la adolescencia
Existe un impacto posterior del embarazo en la adolescencia.
El embarazo en edades tempranas sigue siendo un problema social y de salud pública mundial, con especial repercusión en algunas áreas como África subsahariana, América Latina y países en vías de desarrollo.
En la mayoría de los casos de embarazos en gestantes jóvenes no son planeados.
Es importante realizar educación sexual en los lugares de mayor riesgo, ya que gran parte de las adolescentes desconocen los métodos anticonceptivos y aquellas que los conocen no los utilizan correctamente.
El embarazo en la adolescencia puede comportar riesgos maternos y fetales por lo que es importante diagnosticarlo de forma precoz y acompañarlo profesionalmente.
En el equipo del Instituto Dra. Gómez Roig disponemos de especialistas expertos en embarazos de riesgo que podrán asesorar e informar de forma adecuada a las mujeres adolescentes durante su embarazo.
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Jefa de Servicio de Obstetricia y Ginecología en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. Profesora Agregada de Obstetricia y Ginecología y Coordinadora del Sexto Curso de Medicina en la Universidad de Barcelona, UB. Directora del Instituto Dra. Gómez Roig y Coordinadora de Procesos Obstétricos y Ginecológicos de la Clínica Corachan en Barcelona.